lunes, 12 de enero de 2009



Cámara con un ojo casi humano

Científicos de de la Universidad de Illinois (Estados Unidos), según informa la revista 'Nature', han desarrollado el prototipo de una cámara que, por su campo de visión, es extremadamente similar al ojo humano (tiene aproximadamente el tamaño y la forma de un ojo y una "retina" curva sensible a la luz) y podría revolucionar por completo la técnica de la fotografía.
Hasta la fecha, los fotodetectores de silicona de las cámaras digitales se colocaban sobre superficies planas, y los científicos han tardado 20 años en superar los obstáculos técnicos que les impedían poder curvar ese ingenio óptico. Y es que una superficie curva puede generar imágenes más nítidas con un campo de visión mucho más amplio por lo que se cree que la nueva tecnología ayudará a simplificar y perfeccionar el diseño de minicámaras fotográficas y emplearse también para la imaginería biológica. A nivel médico, el tamaño de la cámara permitiría integrarlo en cualquier instrumento de monitorización, otorgándole nuevas funcionalidades, como la detección óptica de oxígeno y otros componentes en el torrente sanguíneo. Igualmente podrían utilizarse en robots a modo de ojo artificial, como el del ordenador que en la famosa película '2001: Una odisea del Espacio' de Stanley Kubrick se dedicaba a espiar a la tripulación humana de la nave espacial.
No obstante, el sensor curvo todavía ha de superar algunos escollos para convertirse en el sistema óptico de referencia. Primeramente ha de incrementarse el número de sensores, ya que el prototipo apuntado sólo alcanza una resolución de 256 píxeles (similar a la de un teléfono móvil antiguo) una imposición heredada del empleo de materiales y procesos de fabricación ya conocidos. A la vez, se ha de lograr que un producto tan delicado y complejo sea perdurable y funcional a largo plazo. En especial las conexiones entre sensores, las partes más frágiles y, asimismo, las que soportan mayor tensión. Si se consigue, el camino hacia una "retina artificial" (como la han bautizado) capaz de reemplazar a la humana quedaría despejado.


El hombre biónico

Una nueva tecnología microscópica acercará la posibilidad de que el ser humano cuente con ayuda biónica que permita, por ejemplo, a un amputado, caminar.
Así, un proyecto común de investigación de la Universidad estadounidense de Utah y la galesa de Cardiff trabaja ya para crear implantes cerebrales compuestos de sensores de microagujas que podrán enviar impulsos nerviosos a las prótesis. Los implantes son apenas del tamaño de la cabeza de una cerilla y los científicos creen que éstos podrían ayudar a pacientes amputados a mover sus extremidades artificiales con el poder de su mente. Los sensores están compuestos de aproximadamente cien agujas del grosor de un cabello humano que, cuando se implantan en el cerebro, pueden enviar impulsos nerviosos a la prótesis.
Y es que uno de los desafíos más grandes de la ciencia ha sido poder lograr algún grado de control mental sobre las prótesis de pacientes amputados o discapacitados por lesiones de la espina dorsal. Los equipos de científicos de las citadas universidades han estado llevando a cabo investigaciones en esta área y el de Utah ya logró desarrollar un implante capaz de manipular computadoras y apéndices prostéticos.
Los investigadores están desarrollando agujas fabricadas de carburo de tungsteno, un material extremadamente resistente que conduce electricidad. Las señales eléctricas que las agujas detectan son amplificadas, transmitidas e interpretadas para producir movimientos en las prótesis. Los pacientes que utilizan los implantes deben aprender a generar la actividad mental correcta para poder obtener respuestas del sistema. Y las pruebas hasta ahora han mostrado resultados alentadores.
Cámaras de 1,4 gigapíxeles vigilando ante posibles amenazas


El Instituto Tecnológico de Masachussets (MIT por sus siglas en inglés) es el principal impulsor de la construcción e instalación en la isla de Hawai de un gran telescopio que destaca por su tecnología y por los objetivos que persigue. Es capaz de obtener imágenes de 1,4 gigapixeles de resolución con las que los científicos pretenden vigilar el cielo en busca de amenazas, como asteroides o cometas, para nuestro planeta.
El telescopio combina espejos relativamente pequeños con grandes cámaras digitales, proporcionando una forma económica para crear un sistema de observación eficiente que permite obtener una imagen del cielo con calidad varias veces al mes. Su objetivo primordial es descubrir objetos que se aproximen a la Tierra y que puedan suponer un riesgo para nuestra subsistencia.
Llamado Telescopio de Vigilancia Panorámica y Sistema de Respuesta veloz (Pan-STARRS por sus siglas en inglés -Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System-), incorpora cuatro cámaras que son las cámaras digitales más grandes jamás construidas. Cada una es capaz de obtener imágenes con una resolución de 1.400 millones de píxeles. Lo consigue uniendo más de 4.000 sensores digitales en una superficie de 40 centímetros cuadrados. Será capaz de detectar objetos con tamaños desde los 300 metros cuadrados. Los chips de silicio permitirán que las imágenes obtenidas de objetos en movimiento tengan mucha nitidez, ya que eliminan las partes borrosas provocadas por efectos atmosféricos. Pan-STARRS, cuyas cámaras cubren un área del cielo seis veces más ancha que la luna llena, puede detectar estrellas diez millones de veces más débiles que las que podemos ver a simple vista. Además, este instrumento es único por su habilidad para encontrar objetos celestes en movimiento.
Otro de los retos de este proyecto ha sido cómo procesar todas esas imágenes. De ello se encargarán los potentes ordenadores del Maui High Performance Computer Center, donde se analizarán las imágenes en busca de cambios que puedan revelar asteroides desconocidos previamente. Asimismo, combinarán datos de varias imágenes para calcular las órbitas de los asteroides en busca de indicaciones respecto a sí uno de estos objetos celestes se puede interponer en el curso de la Tierra. Este sistema también será usado para catalogar el 99 por ciento de las estrellas del hemisferio norte que habían sido alguna vez observadas, incluidas las estrellas de galaxias cercanas. Asimismo, el reconocimiento de todo el cielo por parte del Pan-STARRS dará a los astrónomos la oportunidad de descubrir y monitorizar planetas alrededor de estrellas o explosiones de objetos extraños en otras galaxias


EPOC, un casco que lee la mente

Aunque parece ciencia ficción, se trata en realidad del EPOC, un casco que llegará a las tiendas estadounidenses a finales del presente año y que, según sus diseñadores, revolucionará el sector de los videojuegos teniendo importantes aplicaciones en áreas como la medicina o la defensa.
Desarrollado por la firma australiana 'Emotiv Systems', EPOC es capaz de leer los impulsos eléctricos cerebrales y transformarlos en movimientos del cursor.
Sus creadores han adelantado que costará 299 dólares (200 euros aproximadamente) y estará disponible en Estados Unidos en los próximos meses, aunque todavía se desconoce si se distribuirá en solitario o en cooperación con alguna consola para videojuegos.
"Va a cambiar la cara de los juegos electrónicos haciendo posible que los juegos sean controlados e influenciados por la mente del jugador", afirmaba la presidenta y cofundadora de Emotiv. "Cuando las neuronas interactúan, se emite un impulso eléctrico que puede ser observado usando electroencefalografía no intrusiva", explica, "EPOC usa esta tecnología para medir las señales". El casco es capaz también de detectar más de 30 expresiones faciales y emociones del usuario y "ha sido probado con cientos de personas y siempre ha funcionado". El resultado es que el jugador puede realizar acciones básicas como mover o hacer desaparecer objetos en la pantalla sólo con imaginar estas acciones. Además, EPOC es capaz de analizar el estado de ánimo del usuario y, por ejemplo, aumentar la dificultad del juego si detecta que está aburrido.
En un futuro, la capacidad de EPOC para interpretar las expresiones faciales también podrá aplicarse a los videojuegos, afirman en Emotiv. Así, por ejemplo, el jugador sólo tendrá que sonreír para hacer sonreír a su avatar –personaje que representa al usuario– en Second Life en lugar de teclear esta acción.
Emotiv Systems ha trabajado durante un lustro en este producto y ha preferido centrarse en sus aplicaciones para videojuegos, pero sus responsables reconocen que los usos podrían ir mucho más allá. "Consideraremos también en el futuro las oportunidades que ofrece el sector médico". Entre otras aplicaciones potenciales se han citado "la televisión interactiva, el diseño de accesibilidad, la investigación de mercados o la seguridad". Emotiv ha firmado además un acuerdo con el fabricante de ordenadores IBM para explorar el potencial de esta tecnología "en mercados estratégicos empresariales y mundos virtuales".
Los que han tenido la oportunidad de probar el casco afirman, no obstante, que cuesta un poco hacerse a él. El usuario debe ajustar hasta 16 sensores y es algo complicado acostumbrarse al funcionamiento, pero una vez logrado el aparato es muy intuitivo.
Si se cumplen los planes de sus fabricantes, EPOC promete ser la sensación de esta temporada navideña, pero algunos expertos dudan de que vaya a convertirse rápidamente en un fenómeno de masas o en el sucesor de la Wii ya que aún no se cree que esté preparado para ser tan preciso como sería necesario para funcionar como un sustituto de la consola en la mayoría de los juegos.


Aviones invisibles al ojo humano

Según información procedente de la revista 'Science', científicos de Estados Unidos que trabajan con financiación del Pentágono habrían conseguido un material que hace que la luz esquive objetos tridimensionales haciéndolos de hecho invisibles.
Creado por científicos de la Universidad de Berkeley y del Lawrence Berkeley Laboratory (California), el material no se obtiene de forma natural sino que se ha creado gracias a la nanoingeniería, que trabaja a una escala medida en milmillonésimas de metro. Los metamateriales son estructuras desarrolladas artificialmente y que tienen propiedades como un índice de refracción de la luz negativo de las que carecen los materiales naturales. Así, los miembros de las citadas universidades habrían creado una estructura de múltiples capas en forma de red que tiene claramente esa propiedad. Dado que la luz no la absorbe ni la refleja el objeto, éste se vuelve de hecho invisible. Esta propiedad, mejorará a su vez el rendimiento de las antenas, ya que reduce interferencias y permite invertir el efecto Doppler -fenómeno utilizado en los radares policiales para determinar la velocidad de los vehículos-, haciendo que la frecuencia de ondas decrezca a medida que se acerca el objeto. (Destacar también que este nuevo descubrimiento facilitará una mayor resolución en la toma de imágenes, potenciará los ordenadores y permitirá a los cinéfilos el disfrute de la ciencia ficción.)
La investigación ha sido financiada por la Secretaría de Defensa estadounidense, que podría hacer un uso militar de ese material. Con él podrían llegar a camuflarse perfectamente un día los aviones o carros de combate. No es el primer sistema con el que los científicos han logrado la invisibilidad de los objetos. En el año 2006, otro grupo de científicos norteamericanos y británicos anunciaron haber encontrado la forma de ocultar un objeto mediante una radiación de microondas en lo que se considera un primer paso hacia la invisibilidad


sQuba

'sQuba' se presentará este próximo mes de marzo en el Salón del Motor en Ginebra. El vehículo puede circular por asfalto y hasta 10 metros por debajo del agua sólo con la pulsación de un botón. Un nuevo prototipo increíble que ya está en una de las muestras más importantes del mundo en materia automovilística.
El sQuba contará con dos hélices en la popa y dos potentes reactores en la proa. Su ligero peso y su aerodinámica permitirán su agilidad. Este modelo “ecológico” usa energía eléctrica y combustible biodegradable. El conductor y su acompañante contarán con un sistema de ventilación propio que asegura que no les faltará aire durante sus incursiones submarinas.
"Por razones de seguridad hemos fabricado el vehículo como un coche abierto para que los ocupantes puedan salir rápido en caso de emergencia. Con una cabina cerrada, abrir la puerta (debajo del agua) sería imposible", asegura Frank M. Rinderknecht, jefe de Rinspeed, en su página web del fabricante.
Rinspeed, ya ha sorprendido con otros vehículos: el automóvil que percibía lo que “sentía” el conductor y el vehículo que podía circular por encima del agua.

lunes, 5 de enero de 2009


Nuevos avances tecnológicos permiten a personas invidentes o con minusvalías motoras usar las nuevas tecnologías

Uno de ellos son los sintetizadores de voz, que "cantan" los textos que aparecen en la pantalla del ordenador




Actualmente son muchas las personas que se ven incapaces de enviar un mensaje a través del móvil o navegar por Internet porque son invidentes o padecen alguna minusvalía motora. Por fortuna, cada vez son más las empresas que, en estrecha colaboración con organismos institucionales, tratan de aliviar esta situación.
El problema que ocasiona una capacidad visual disminuida se hace especialmente patente en la industria informática, donde el usuario ha necesitado tradicionalmente de la vista para manejar el ordenador.
Los primeros avances en aplicación de tecnologías para superar esta barrera son recientes y datan de la década de los ochenta. Se trataba de dispositivos de entrada de datos y recepción auditiva muy rudimentarios. La adaptación de los ordenadores para discapacitados no se abordó seriamente hasta 1995, año en que se comercializó la versión 95 de "Windows".
Era la primera vez que un sistema operativo incluía un conjunto de herramientas para adaptar el entorno gráfico a una visión reducida. Curiosamente, supuso no pocos problemas para el colectivo de ciegos, al incorporar un entorno gráfico en el que las líneas de texto de MS-DOS eran sustituidas por ventanas, menús desplegables y elementos que se movían por la pantalla. Los casos de ceguera leve pueden, hasta cierto punto, apoyarse en sistemas de ampliación de caracteres implementadas en el propio código de las últimas versiones de "Windows".
Sintetizadores de voz
El mayor problema lo suscita, según los expertos, la discapacidad visual aguda. En estos casos, la tecnología actual se vale de varios recursos. Uno de los más extendidos es el que emplea sintetizadores de voz para "cantar" los textos que aparecen en pantalla. Estos sintetizadores han conseguido en algunos casos hacerse portátiles.
Los sintetizadores de texto tienen un complemento natural en los dispositivos braille. Hoy existen teclados con retículas de este alfabeto, creado en el siglo XIX, que permiten a las personas invidentes leer y escribir textos e incluso llevarlos al papel en impresoras especialmente adaptadas.
El capítulo de informática para invidentes se cierra con aplicaciones destinadas a interpretar el código HTML de las páginas web y traducirlo mediante un sintetizador, y las aplicaciones de reconocimiento de caracteres que permiten "leer" páginas de documento escrito y llevarlas al ordenador, donde se traducen.
En cuanto a los libros electrónicos, a diferencia del alfabeto braille, que ocupa mucho más espacio físico en la página que el normal, eliminan el problema de espacio, sumando además la ventaja de ser compatibles con las aplicaciones para invidentes comentadas.
Implantes biónicos
El segundo gran grupo de beneficiados por las nuevas tecnologías lo componen las personas con discapacidades motoras. Los sistemas operativos más recientes incluyen algunas mejoras que permiten realizar determinadas funciones sin tener que pulsar varias teclas a la vez o mediante dispositivos especiales de entrada de datos en casos de inmovilización extrema. En cualquier caso, se trata de equipos muy caros y que deben ser diseñados a la medida de cada sujeto.
Lo último en nuevas tecnologías aplicadas a problemas motrices son los implantes biónicos, como el realizado el pasado mes de septiembre a Jesse Sullivan en Estados Unidos. Este hombre se sometió a una operación en la que se le implantó un brazo mecánico conectado a las terminales nerviosas del hombro y cuyos movimientos podía controlar mediante ondas cerebrales, como si fuera un apéndice normal.